Creado: 07/06/2017 - 10:03 pm
President & CEO - Juan F. Arjona Harry
juanarjonah@strategee.usEsta segunda década del Siglo XXI está generando cada vez más nuevos retos en el proceso de Branding que responsablemente deben orientar las marcas.
Este Siglo XXI, denominado el Siglo de la inclusión, está trayendo consigo enormes cambios antropológicos en la especie humana, tanto como que se están reinventando las relaciones de confianza, de fidelidad, de amistad, de amor, de pareja, de jefe a subalterno, de padres a hijos, de Estado a ciudadanos, entre muchas otras. Hoy en el planeta debemos caber todos, no importando si se es blanco, afro descendiente o indio; no importando si se es católico, judío, cristiano o musulmán; no importando si se tiene orientación sexual tradicional o diversa o si se vive en una constante mutación de múltiples sexualidades; no importando si se padece una discapacidad que no impida el desplazamiento y el raciocinio, pues las universidades, colegios, empresas y demás espacios de esparcimiento deben contar con múltiples ayudas y entornos donde el discapacitado parcial pueda vivir, trabajar, realizarse y proyectarse tanto como lo hacen los capacitados al 100%. Nunca antes la especie humana ni las sociedades habían contado con los espacios de desarrollo y evolución, como los tienen hoy. En el Siglo de la inclusión, están siendo bienvenidas las reformas constitucionales que defienden las minorías, promoviendo el respeto y la inclusión como parte obligante de cualquier marco regulatorio.
Aunado a esto, bajo la perspectiva del Marketing 3.0, las marcas deben compartir alguno de los dolores o padecimientos de una sociedad entera o de un segmento amplio de ella, para ayudar en su lucha y hacer del mundo un mundo mejor para las personas. Surge así un lado humano consciente de las marcas y es el que obliga a que las marcas hoy tengan alma. Ya no basta con que una marca sea recordada y sea querida, hoy es necesario que esa marca sea vista como un ente que comparte vivamente, genuinamente, una preocupación socio-antropológica, y esta preocupación debe derivar en programas concretos para ayudar a que la sociedad o parte de ella pueda soportar más fácilmente el padecimiento o pueda superar más fácilmente el reto en cuestión.
Se le suma a esta realidad, el hecho de que marcado por estas mismas profundas transformaciones en el campo antropológico, la tecnología está derrumbando los límites y barreras que impedían que los diversos grupos humanos –generalmente los menos pudientes- se enteraran de algo, notaran algo, pudieran opinar de algo. La tecnología como vehículo del surgimiento de las redes sociales virtuales, pone al alcance de la mano de cada quien, el sinnúmero de expresiones que emergen a diario en la sociedad, borrando los límites que antes dividían o separaban a la sociedad para ciertos aspectos, y posibilitando entornos donde a cada segundo se produce una tendencia que es leída, interiorizada y adoptada en lo cotidiano por consumidores y clientes, independientemente inclusive, hasta de su poder de compra. La tecnología está re-definiendo horizontes de segmentación en múltiples categorías. No saber leer esto le enredará la vida a quien orienta una marca.
Estos cambios han traído consigo una constante saturación de información que a caudales invade nuestro mundo virtual de redes sociales, devorando tiempo de nuestros días para no quedarnos atrás de lo que está sucediendo y finalmente poder comprender el mundo o hasta el propio contexto.
No es que si no se está actualizado se muera, es que si no se está actualizado, la desconexión contextual impide que pueda interpretarse cada hecho de la sociedad y del mercado, perdiendo acierto y tino en la conducción de la marca. Mantenerse actualizado es obligatoria tarea para los Marketers y Brand Managers.
En medio de esta saturación con la que luchamos a diario para mantener nuestra marca al día y sobre todo, mantenerla actual, sin saturar, fresca y joven sin que pierda ni un milímetro de su Adn, enfrentamos el reto de comunicarla –tanto en el mundo real como en el virtual- logrando con la comunicación que nuestra marca construya Brand Equity. Nuestro reto a diario es poder construirlo, edificarlo correctamente.
Como una respuesta a un mundo cada vez más interconectado, más enterado, pero cada día más competido, más competitivo, más duro y más difícil; también como una respuesta a la frialdad de siete mil millones de soledades conectadas por Internet, evaluando todo con el prisma de la criticidad, el escepticismo –en ocasiones hasta el cinismo-, surge una plataforma maravillosa de comunicación para las marcas y es el Story Telling.
Story Telling se le ha denominado –desde el Branding-, a la estrategia de construir marca mediante el uso de las historias contadas bajo unos estándares comunicacionales, que logran muy rápidamente ingresar al corazón de la audiencia y plantar la marca en un contexto absolutamente emocional positivo. Este es su poder.
Story Telling tiene un fundamento desde la Psicología y Conducta del Consumidor y es justamente que quienes se constituyen en la audiencia de la historia, cuentan con las siguientes características –desde el punto de vista de especie humana-:
De tal manera que vincular la marca mediante una estrategia bien conducida de Story Telling, parecería que cuenta con enormes ventajas en el contexto escéptico actual.
Ahora bien, específicamente ¿Cómo se ejecuta el Story Telling?
La marca recurre a la elaboración de guiones que giran alrededor de un tema previamente definido. En la ejecución de los guiones se entreteje una historia mediante la cual, terceras personas –absolutamente contextualizadas en determinado entorno y alrededor de un eje narrativo- cuentan una historia real, creíble, positiva y con una fuerte carga emocional, en la que puede verse como trasfondo la lucha entre el bien y el mal o la lucha de los buenos contra los malos o simplemente los hechos buenos resaltando sobre aquellos que pueden ser malos y finalmente, la marca –sin ser la clásica protagonista visible- posibilita que esa historia sea contada, que ese grupo humano pueda visibilizarse, que esa sociedad pueda avanzar o que esa particular célula de alguna sociedad pueda evolucionar y desarrollarse.
Existen diversas clases de Story Telling, que son contextos hermenéuticos tridimensionales en los cuales puede armarse la estrategia del Story telling; estos son.
Para la elección del tipo o clase de Story Telling que se desee definir, es demasiado importante que se considere la categoría en la cual compite la marca, el tipo de producto de que se trate, los principales rasgos antropológicos y psicosociales de las audiencias y sobre todo, los momentos de la marca y del mercado. Hay historias que rayan a una sociedad en determinado momento y por el contrario en otros momentos serían absolutamente bien recibidas.
Igualmente definir la parrilla o mezcla de medios elegida para su difusión, esto contribuirá enormemente con la costo eficiencia de la inversión.
Puede ser de dos maneras:
En un contexto como el actual, en el cual grandes marcas se derriban y caen en desgracia en el mercado como pesados árboles ya viejos que deben talarse para evitar accidentes, y en el cual marcas nueva irrumpen en las categorías creando océanos azules y retando a líderes temporales en cada sector, diferenciarse en la comunicación a partir del Story Telling puede ser un factor decisivo en la dura tarea y retadora de lograr construir Brand Equity.
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