Creado: 19/10/2017 - 2:38 pm
Vice President & COO - Mateo Arjona
mateoarjona@strategee.usEl nuevo siglo nos trajo un radical cambio en la manera de vivir. La tecnología y la innovación están posibilitando trascendentales modificaciones en la cotidianidad de la vida de cada individuo, que aunque se vienen dando casi que trimestre a trimestre, a veces pareciera imperceptible la manera como se generan y lo más relevante, como se vienen incorporando al vivir de cada cual.
En primera instancia, ya es un hecho que la plataforma de alimentación en el planeta entero cambió hacia el concepto saludable. Absolutamente nada que no lo sea, será considerado para la decisión de compra del consumidor (en el pasado muchos alimentos eran consumidos por un amplio grupo poblacional simplemente por ser deliciosos, ahora nos estamos fijando muchísimo como consumidores en el verdadero valor nutricional de cada alimento).
Antes la gente hacía las tres comidas del día solamente con el objetivo de “llenarse” y satisfacer la necesidad fisiológica de comer. Hoy no es así: sólo ingresa por la boca aquello que sea absolutamente saludable. Los restaurantes, las cadenas de comida rápida están incorporando cada día menús, minutas, ingredientes saludables que hagan ‘clic’ con los nuevos consumidores que repudian los excesos de carbohidratos, grasas saturadas, niveles de azúcar e ingredientes que desbalanceen su dieta. Las dietas hoy se convirtieron en un modo de vida permanente, es decir, casi todo el mundo ha incorporado un perfil de alimentación cotidiano, que antes conformaba una dieta, pero que ya se volvió permanente.
Es una realidad: estamos cuidando un cuerpo al que antes, simplemente como espectadores, asistíamos a su proceso normal de envejecimiento, pero no hacíamos nada por él.
En segunda instancia, estamos incorporando la práctica permanente y cotidiana de un deporte o alguna actividad física que mantenga la masa muscular tensa y tonificada. Hemos comprendido que el cuerpo es el vehículo que permite un mejor disfrute de la vida y por ello lo estamos cuidando al máximo. Tanto, que hasta lo cuidamos de los potenciales probables efectos derivados del mismo deporte, como el cuidado a las muñecas de los antebrazos, las rodillas, entre otros.
En tercer lugar, nos estamos adentrando en dimensiones espirituales que nos ayuden a comprender nuestra trascendencia en el planeta mientras tengamos vida. Disciplinas como el yoga, la práctica de las alineaciones energéticas, los momentos de sublimación espiritual que nos ayuden a balancear las cargas internas de nuestro triángulo cuerpo, alma, afectividad, están siendo cada vez más incorporadas dentro de las rutinas semanales y hasta diarias de cada individuo.
¡Nos estamos volviendo más espirituales!
En cuarto lugar, nos estamos dando el permiso de elegir hasta en qué trabajar y cómo hacerlo. Estamos asistiendo al nacimiento del teletrabajo como alternativa que pretende solucionar múltiples dificultades como el desplazamiento a los sitios de trabajo y de estos a los hogares, dilema que se volvió problema mundial al contar con vehículos cada vez más económicos, ofrecidos a una población carente y ansiosa por poseer un vehículo. De la misma manera está resolviendo frentes de disminución de costos en grandes corporaciones que ya no disponen de sedes físicas para cientos o miles de funcionarios que teletrabajan.
El teletrabajo permite una perspectiva de vida más centrada en el propio placer y bienestar del individuo, pasando a ser el dueño de su tiempo y de la forma como lo distribuye.
Adicionalmente a esto, nos estamos dando el lujo de trabajar sólo en aquello que nos es placentero, trabajadores del mundo hoy rotan intensamente de compañía en compañía hasta que encuentran el trabajo a su medida y si no lo encuentran, se inventan una empresa unipersonal donde ellos son los que fijan sus propias reglas para trabajar, hallando así la forma de ganarse la vida pero a su amaño y forma de comprender el trabajo.
La tecnología, Internet y los cientos de aplicaciones de software disponibles para hacer cualquier tarea en la empresa, posibilitan que los empleados estén diseñando su propia forma de trabajar.
Finalmente, las relaciones afectivas están soportando hoy una ‘pasada al tablero’: las personas deciden y han definido desde el inicio, que solo estarán juntas hasta que “vivan bien y vivan bueno”; esto le ha puesto fecha de vencimiento a las relaciones afectivas, contribuyendo una vez más a que éstas estarán vivas mientras le proporcionen bienestar a cada uno de la pareja.
Con los anteriores hechos comentados acerca de nuestra vida contemporánea y actual, estamos asistiendo a un concepto cada vez más relevante para cada individuo: que se apropia de él y lo atesora para un mejor vivir, que es el concepto del bienestar.
Ante estos hechos, no nos queda más que incorporar una nueva escala dentro del modelo de explicación de las necesidades humanas del psicólogo Abraham Maslow y esta nueva escala es el bienestar.
Queda justo encima de la necesidad de seguridad y protección que está en segundo lugar. Antes el tercer lugar era la necesidad de afiliación y pertenencia social, ahora esta sube al nivel cuarto cediéndole al bienestar el tercer lugar.
La pirámide de necesidades de Abraham Maslow tiene ahora seis escalas o niveles, veámosla:
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